Cuando me aventuré a crear el blog, tenía la idea preconcebida de que los suscriptores pagarían por información relevante de empresas que no siempre se puede encontrar fácilmente. Con el tiempo me fui dando cuenta de que ese valor añadido está ahí, pero muchos suscriptores pagan por utilizar el blog como herramienta para ser más eficientes y ahorrar tiempo. Si hago cuentas rápidas, partiendo de la base de que dedico entre 75 y 100 horas a cada empresa sobre la que escribo, estoy cobrando en torno a 0,17 € por hora de investigación, lo cual no parece un mal negocio para el suscriptor. El negocio tampoco es malo para mí, porque puedo vender mis análisis a un número ilimitado de suscriptores sin apenas coste incremental. Tyler Technologies, que provee de una amplia gama de soluciones de software vertical al sector público, comparte algunas de estas características.
Sus principales clientes son administraciones públicas con competencias municipales, estatales o federales y sus servicios cubren funciones esenciales para el correcto desarrollo de las sociedades modernas: desde la facturación de servicios públicos, cobro de impuestos, registro de matrimonios y nacimientos, gestión de recursos humanos, licencias y permisos de conducir, hasta la gestión del día a día de los servicios de policía, ambulancia, bomberos y tribunales. El software es crítico para su base de clientes, y el sistema ERP (planificación de recursos empresariales) de gestión de casos de Tyler puede dar buena fe de ello. Con el software, los juzgados pueden trabajar en remoto y transformar los tribunales tradicionales en entornos virtuales mucho más seguros y, sobre todo, más eficientes (básicamente porque desaparecen los procesos manuales). Sin esta herramienta, los juzgados tendrían que aumentar el espacio destinado a archivar documentación que debe conservarse durante años y contratar a más personal o, de lo contrario, los procesos judiciales se prolongarían tanto que el servicio colapsaría. El ahorro de costes gracias a la automatización de los procesos hace que el cliente acabe amortizando el precio del software a lo largo de los 3 a 5 años que suele durar un contrato (algunos pueden ser de hasta 10 años) y que, al término del contrato, el cliente acabe renovando por otros tantos años más.